Ser sin miedo

LO QUE TE DESEO

Deseo que tu mente sea como la de un niño, que no sepa lo que es la preocupación, que no crea en el miedo. Deseo que en ella haya espacio para los milagros, que esté en paz. Que esté serena. Deseo que no se desgaste pensando y que esté exenta de ruido y de juicios. Deseo que te conecte con tus sueños, que su mirada siempre esté puesta en el cielo. Deseo que la escuches decirte que puedes. Qu eres valioso y digno.

Deseo que tu corazón sea tu hogar, el lugar al que acudes para encontrar respuestas y para sentir plenitud y paz. Deseo que, pese a las heridas, esté disponible y abierto. Que sepa recibir y no solo dar. Deseo que te ames con intensidad. Que tengas la oportunidad de amar. Deseo que te quieran como mereces, que no sufras más.

Deseo que tus sueños dejen de serlo porque hayas conseguido hacerlos realidad. Deseo que confíes en ti, que respetes lo que sientes y que hagas lo que necesites hacer para ser feliz. Deseo que todo sea fácil para ti, que duermas abrazado de esa persona que te hace sentir que estás en casa. Deseo que nunca dejes de ilusionarte, de entusiasmarte, de confiar, de jugar. De crear. Deseo que el sexo esté lleno de intimidad. Que recibas buenas noticias. Que la vida te sorprenda y te regale experiencias maravillosas y únicas.

Deseo que en tu mente y en tu corazón sigas siendo un niño. Que te diviertas, que te rías sin motivo, que vivas como si te fueras a morir mañana, que ames con pasión y sin defensas, que nunca abandones por miedo, que arriesgues, que sueltes el control y que recuerdes que eres completo, que la vida te apoya y te sostiene.

Deseo que encuentres la luz que existe en tu corazón y en tu mente.

Feliz presente,

Almudena Migueláñez

Photo by Yiran Yang

RENACER

Que podamos dejar de creernos el miedo y abrazarlo con todo el amor que tengamos disponible. Que podamos soltar el control de la mente y entregarnos por completo a la incertidumbre de lo desconocido. Que podamos dejar de luchar y de juzgarnos. Que podamos dejar de defendernos. Que podamos vivir libres de sufrimiento. Que podamos silenciar la mente. Que podamos desprendernos de todo lo que nos hace daño, de todas las creencias limitantes que nos hacen sentir pequeños. Que podamos confiar tanto que jamás renunciemos a nosotros mismos. Que podamos desidentificarnos del ego.

Que podamos abrir nuestro corazón para recibir todo lo que nos pertenece y merecemos. Que podamos amar todas las partes de nuestro ser. Que podamos aceptar nuestra naturaleza divina para trascender la enfermedad y la muerte. Que podamos dejar de dar valor al sacrificio y recordemos al niño que todos llevamos dentro. Que podamos respetar lo que sentimos. Que podamos soltar la carga y entregársela a nuestro padre Divino.

Que podamos transformarnos y utilizar nuestros dones y talentos para cumplirnos. Que podamos respetarnos lo suficiente como para no violar nuestros límites. Que podamos abrirnos a la vulnerabilidad. Que podamos tener fe ciega para que así seamos capaces de ver. Que podamos reconocer nuestro brillo. Que podamos olvidarnos de las opiniones de los demás. Que podamos cambiar “tengo que” por “voy a jugar”.

Que podamos darle amor a nuestra oscuridad. Que podamos desprendernos del miedo a morir y podamos comenzar a vivir. Que podamos dejar de creer en la cruz. Que podamos volver a creer en la luz. Que podamos renacer y darle un nuevo sentido a nuestra vida.

Feliz Pascua de Resurrección.

Almudena Migueláñez.

Photo by Nghia Le